Las relaciones amorosas son complicadas y sobre todo no perfectas, por lo que es de esperarse que muchas veces no funcionen y los integrantes decidan separarse, situación que no tiene nada de extraño o malo, lo importante es hacerlo de la mejor manera posible para los cónyuges y por supuesto los hijos.
Implicaciones del matrimonio
La palabra matrimonio hace referencia a la unión de dos personas que se establecen bajo ciertas especificaciones y que es reconocida por la ley. Destacando que dos personas que se encuentran casadas no están vinculadas indisolublemente, sino de estar en desacuerdo con la unión pueden terminar el matrimonio mediante un proceso conocido como divorcio.
Ahora bien, en teoría si dos personas deciden entrelazar sus vidas es porque ambas partes están completamente seguras de la decisión, el matrimonio puede ser civil, es decir aquel que representa una vinculación netamente legal, o matrimonio religioso el cual se fundamenta en estar unidos ante los ojos de un ser supremo que varía según las creencias de los conyugues.
Así mismo, se conoce que muchos de los matrimonios toman la decisión de tener hijos, no obstante, en los últimos años el número de parejas que eligen no tenerlos ha aumentado considerablemente, pero aunque esta tendencia está en crecimiento la cantidad de matrimonios con hijos sigue siendo cercana al 50%, cifra que varía de acuerdo al país.
¿Cuando surge el problema?
El inconveniente se origina cuando el matrimonio se torna tóxico y poco agradable, pues una o las dos partes constituyentes querrán ponerle fin, dicha separación no afecta solamente a los padres sino también a los hijos. Este es un planteamiento que exponen cientos y miles de personas afirmando que la ruptura sería tan dolorosa para los niños que es mejor evitarla.
Percepción que deriva en otras situaciones, porque a pesar de que el hecho en cuestión es el divorcio, la manera en la que se lleva a cabo es primordial. Si ambos logran realizar una separación sana y pacífica, los niños percibirán que la decisión está tomada y que pese a ella, aún podrán disfrutar la compañía de padres, pero por separado.
Además existen muchas alternativas y formas de llevar una ruptura matrimonial, como por ejemplo, personal capacitado y psicólogos especializados que ayudan a cada miembro de la familia a afrontar la situación.
Si posees un matrimonio infeliz y consideras que está irremediablemente roto, toma una decisión y llévala a cabo de forma firme, busca el apoyo de tu familia, piensa en el bienestar de tus hijos y además también puedes buscar ayuda psicológica.
A continuación te presentamos algunos breves puntos que debes considerar si llevas un matrimonio infeliz y como esté podría afectar a tus hijos:
Los hijos reflejan la conducta de sus padres
Durante la infancia los individuos son como esponjas que absorben mucha de la información suministrada, conducta en parte asociada a que asimilan las experiencias como realidad absoluta, formando así su primer grupo de creencias y percepciones sobre la familia, el entorno y su autoestima.
De ahí nace la necesidad de que los niños se desarrollen en ambientes sanos, porque además está demostrado que dependiendo del caso y la crianza, buscarán repetir los patrones y conductas observadas.
Si el matrimonio genera intensas peleas, discusiones o eventos traumáticos frente a los niños debes tomar una decisión, pues recuerda que lo que ellos observen en esta etapa, tendrá repercusiones en su vida e incluso en sus futuras relaciones de parejas.
Percepción de los niños
Los infantes producto del matrimonio que se ha tornado tóxicos, están enfrentando una situación completamente nueva a la que no conocen cómo reaccionar, durante el divorcio muchos de ellos afirman que sus padres están constantemente enfadados o expresan sentimientos de culpa por la separación, donde la mejor recomendación es mantener una comunicación fluida con ellos y buscar ayuda profesional.
El divorcio es una opción viable
Estar dentro de un matrimonio tóxico es realmente un trauma para los niños, por lo que es vital que no se normalicen patrones de conducta violenta o anormales, explicarles que es lo que va a suceder durante el divorcio y como los afectara a ellos, involucrándolos sin acarrearles ninguna responsabilidad sobre lo sucedido.
Analiza la situación y toma una decisión
De acuerdo con lo previamente expuesto, es necesario meditar el contexto en el que se encuentra el matrimonio, pues de representar un ambiente inadecuado para la crianza y desarrollo de los hijos, se debe considerar otras opciones viables como el divorcio, que a pesar de sus importantes implicaciones, muchas veces es quizás la mejor alternativa.