En el mundo donde vivimos muchas personas deben enfrentar la dura realidad de pasar las noches en las calles y no contar con la comida que tanto necesitan en su día a día. La mayoría reza para que llegue el momento en que tengan una nueva oportunidad y esto fue precisamente lo que le paso a «Elmer Alvarez».
El hombre vive en la ciudad de New Haven en Connecticut, Estados Unidos. Se encontraba en una de las esquinas más concurridas de su ciudad cuando notó que había algo que se le había caído a algún transeúnte.
Fue un cheque por más de ¡10 mil dólares!. Cualquier persona en la situación de Elmer podría haber tomado esto como un golpe de suerte y lo habría guardado para sí mismo, pero Elmer no era un hombre como cualquier otro.
Exactamente fue un cheque por 10.800 dólares. A pesar de que se trataba de un día especialmente duro en las calles ya que no paraba de llover y tenía mucho frío, decidió que lo correcto era buscar a la persona cuyo nombre aparecía en el cheque para poder regresarlo y evitarle cualquier problema.
El investigo un poco Elmer logró dar con la Doctora «Roberta Hoskie» y le explicó lo sucedido con el cheque. «Lo quise regresar sin esperar nada a cambio».
La doctora quedo muy sorprendida por la llamada y hasta el momento ni siquiera se había percatado de que el cheque se había caído de su cartera así que se dirigió muy feliz a conocer al hombre que estaba dispuesto a tan desinteresado acto de bondad.
Una vez que conoció a Elmer y comprendió que vivía en las calles no pudo evitar tener una conexión muy conmovedora con el hombre.
En carne propia había pasado por la dura experiencia de ser una madre soltera viviendo en las calles cuando era tan sólo una adolescente. Sabía que Elmer era muy honesto y que, como ella en su momento, necesitaba de un poco de ayuda para poder retomar su vida.
Roberta dijo: «470 dólares jamas lo voy a olvidar. Eso era todo lo que yo tenía para sobrevivir en las calles con mi hijo».
La doctora decidió darle a Elmer mucho más que las gracias por el cheque. Le compró una casa para que sus días en las calles se acabaran y además lo inscribió para que recibiera clases completamente gratis de Bienes Raíces y pudiera contar con un plan a largo plazo.
Ella solo le puso una condición de que una vez que se encontrara estable, prometiera ayudar a otras personas de la calle.
«Ayudar a otros. Ese es el plan en el que me quiero concentrar ahora».
Celebramos este inesperado y merecido cambio en la vida de alguien tan honrado como Elmer. Esperamos que las maravillosas acciones de Roberta y Elmer sigan ayudando cada vez a más personas del mundo.
Fuente consultada: wnews.life