La joven de 19 años pregunto a su abuela ¿Que se siente estar enomara y ella contestó «es como tener mariposas en el estómago».
La típica respuesta cliché que escuchas en programas de televisión, telenovelas, incluso a veces lees en algún blog que aborda el tema desde un enfoque romántico y utópico «es una metafora», pero la joven lo hizo.
Ella jamas experimento esa extraña sensación, no tenía ni la menor idea de lo que era sentirse enamorada y su inocencia la llevó a buscar el método más fácil para sentir los efectos de lo que aquello ella mas anhelaba, «el amor».
Se fue al campo de la granja de sus abuelos, que se encontraba en Baracaldo, España, y se dispuso a cazar mariposas y con agua logró tragarse 15 invertebrados. No cabe duda que ella no estaba informada sobre la situación, quizás, esperaba que después de ser trituradas por sus dientes los invertebrado revolotearan en su estómago o algo parecido.
Lo que paso despues, la dejo muy mal, tenia dolores de estomago, y la mujer lloraba del dolor que las mariposas le habían causado, según publicación del sitio «La Voz».
Luego la llevaron al sanatorio y ella fue intervenida, pero antes los doctores le preguntaron que había pasado y ella respondió: «Le pregunté a mi abuela qué era lo que se sentía (estar enamorada) y me dijo que era como tener mariposas en el estómago» y eso hice.
Al parecer, ella no tenía mucha suerte en el amor y ningún joven se había interesado en ella y las mariposas parecían ser su atajo perfecto para llegar a ese sentimiento.
Esto es a método de aclaración, cuando se usa la metáfora «es como sentir mariposas en el estómago», se hace referencia a la sensación y síntomas físicos que se sienten cuando se está cerca de una persona que nos atrae, son los nervios constantes, la sudoración y la emoción que esa persona causa.
Afortunadamente la respuesta de la abuela no fue otra frase común que circula en redes sociales: «Creo que estoy enamorado; siento cuervos negros y sombríos en mi estómago».
Por estas cosas es que debemos educar y dar conocimiento a nuestros hijos para que no se les ocurre hacer esta clase de tonterías nunca.
Fuente consultada: elsalvador.com